Las aventuras de Huckleberry Finn

«Los seres humanos pueden ser terriblemente crueles unos con otros»

Ya entiendo porqué aman y odian a Mark Twain: porque detrás de unas travesuras conocidas como Tom Sawyer existe una continuación llamada «Las Aventuras de Huckleberry Finn» que te sumergen en el sur de los Estados Unidos de hace unos siglos y ser un pillo de verdad.

Te lleva de la mano de los pillos a hacer fechorías de las malas y de las inocentes. Vagas por el río y no piensas en nada más que la vida de futura de más aventuras y locuras. Ese man, que se llamó Samuel Clemens según sus papás, convirtió sus aventuras de niño y adolescente en sus fronteras y ambiciones literarias. La vida contada bellamente por los que son más que pobres, en un país que se cree rico, limpio en la moral, correcto en sus vidas, los mejores en la faz de la tierra, y en últimas encarnan todos los males que a una sociedad le pueden pasar.

 

Es un libro para leer como la leímos, en voz alta, llena de sonrisas, y estando felices de que los peores, los del borde, los de abajo y malos tuvieron quien escribiera de ellos bella y divertidamente. Ser felices como los niños y los grandes que han leído esta misma obra  y después su vida sigue adelante como un soplo de aire de los valle más difíciles y calurosos, emocionados porque la vida no es de una forma sino de muchas, y todas lindas y poéticas.

«… desapareció todo resquemor y fue una suerte, porque habría sido cosa bien triste una enemistad cuando lo que más se necesitaba, a bordo de una balsa, es que todo el mundo esté satisfecho y piense bien y con agrado de los demás«.

La amistad más allá de esa dulce imagen de niños con rizos corriendo por la pradera. No. Esa amistad más allá del aspecto, el color de piel (o de dientes), que lo une a otro desconocido con la misma fuerza que a los que amas.

«Es más glorioso conseguir salvar a Jim en medo de infinitas dificultades y peligros, cuando no había ninguno a nuestra disposición, y cuando ni uno nos ha sido proporcionado por las personas cuya obligación era crearnos obstáculos y trampas, y nos vemos reducidos a creárnolos todos con nuestros propios medios«.

Abajo las costumbres, la ética, y la estética, esta vida es un viaje donde hay que salir vivo y coliando.

«Cuando se trata de robar un negro, un melón o un libro de la escuela dominical, no me fijo en cómo se hace, sino en que se haga. Lo que quiero es el negro, el melón o el libro de la escuela dominical, y si un pico está a mi alcance, pues aprovecharé el pico para conseguir el negro, el melón o el libro. Y no doy una rata muerta por saber qué es lo que opinan las autoridades en la materia».

 

Un comentario final. Mark T son cosas muy importantes por las que uno debería aprender inglés: para leerlo en su idioma, en sus chistes, en su cultura.

One Comment

  1. Kh dice:

    Y en el libro se hacen todas las preguntas esenciales. Un monton de preguntas y de intentos de respuestas todas honestas. Ese texto es pura inocencia, libertad y aguante. Más lindo.

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